domingo, 28 de julio de 2013

Tuve ganas de leer.
Una poesía que sea todo menos triste,
fruta sin ser arrancada.
Pero comprendí que el mundo aún estaba solo.
Y ya no pude acudir ni a Julio, Jorge, o a Maria Alejandra...
Entonces tuve que crearla, desde mi mente, por mi misma.
Traer las palabras exactas para generarme una auto suficiencia poética y filosófica.
Y si bien, en el pasado, siempre que quise hacerlo, nunca debía ser en el momento en el que el suceso inspirador me estuviese atravesando, pues ahora bien creo que tengo la fuerza para poder lograrlo!
La fuerza que viene de tus manos. Simple. Sólo el par de carnes, y uñas, y sangre, y huesos que componen tus dos manos.
Y también de tus besos. Cómo que no?,
caigámos en el fango de la ordinariez para hablar de lo más obvio que, tratándose de nosotros, podamos.

Tus besos, enorme jauría de perros que vienen a morderme descaradamente los labios;
con los inescrupulosos cómplices de tus ojos, hechandole una vista a mi abatimiento obstinado.
Porque, lo sabes bien, no hay nadie que pueda asistirme, cuando entro en las garras de tus combates paradisiacos.

Tuve ganas de leer.
Una poesía que sea todo menos triste, fruta sin ser arrancada.
Y comprendí que ya el mundo no estaría tan solo.

Natasha Doe

No hay comentarios:

Publicar un comentario