sábado, 13 de abril de 2013

Yo ya sé lo que es el frío de un no abrazo,
unas pálidas manos de cera,
un brote morado perpetuo.

Yo ya sé lo que es buscarte entre perfumes,
oírte las mañas brotar bajo la cama,
traerte en mil ecos, con tus discursos certeros.

Yo ya sé lo que es volverte toda risa,
volverte siempre perfecto,
siempre inteligente.

Yo ya sé lo que es matarte una y mil veces,
perderte y reencontrarte,
saberte hasta los dientes.

Yo ya sé cuánta amargura trae el frío viento cuando ya no llueve,
yo ya sé qué nos depara la suerte aún cuando no nos envuelve.
Yo ya sé, igual, que debemos pasar siempre por esto, pero
cómo no tenerle miedo,
cómo no tenerle miedo!

miércoles, 3 de abril de 2013

Unas palabras bonitas a tí, Universo.

Sea yo, tal vez, un pelo, un brote, un fruto microscópico, o una basurilla del aire;
sean mis manos dos puntas de un mismo hilo, por poco que puedan entrelazarte;
sea mi mente un vendaval furioso y triste, húmedo de tormentas, y viejas tempestades;
sea yo, tal vez, una cercanía a la nada misma, pero sólo una cercanía...
Sé soy un pecho que siente lo máximo que se puede,
sé que soy un viejo toro que cobra, y lento, pero camina y aprende.
Quiero metérme en tus socavones, como al nacer del vientre.
Quiero sentirte, sin más, lo que dure, lo que duela, lo que deleite.
Quiero alabarte sin rezos, sin métodos, ni movimientos,
quiero ser parte de tí, como lo fui de algun modo, desde sus comienzos.
Brindate a mi,
sé humilde conmigo,
y ten piedad de mis logros, y mesura de mis fracasos.